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El kiosco de la plaza

POEMA DE VALERIANO BELMONTE A ÁNGEL, EL DEL QUIOSCO

Ángel, alma, corazón,
inteligencia y candor,
tu pequeño pabellón,
el de la Plaza Mayor…
se despide a consecuencia
de una hermosa despedida:
Te jubilas con la esencia
imborrable y repartida…
a lo largo y ancho
de medio siglo currando
igual que “El Quijote”
y “Sancho/ Panza”,
iconos galopando…
por terreno castellano…
Ángel, vendedor de prensa,
el más seguro y más sano
que, en cada jornada intensa…
a través de los periódicos,
los tebeos y las revistas
has dejado altas las listas
del papel con tus armónicos…
métodos, con el armiño
blanco de tu buen talante
trocado en adulto, en niño
y en señor gratificante.
Cincuenta años a la vera
de un rincón que ya es Historia…
y que llevo en la memoria…
Ángel, antorcha y solera…
para atrapar a la gente
que adora al hombre sincero,
tierno, “semanasantero”,
delicioso y ocurrente.
Has visto la evolución
de una parcela cambiante
y has seguido en todo instante
la triste demolición…
de algún inmueble emblemático
que decoraba la zona
y has mimado a la Patrona
y, ella, ser noble y simpático…
te ha sonreído juncal
desde su puerta dorada
de la Santa Catedral…
Persona privilegiada…
de mi impagable Albacete
popular e idolatrado,
hoy, en tu nombre se ha izado
un insigne gallardete…
para premiar  tu bondad…
Te marchas con facultades
y con tu eterna humildad,
disfruta y…¡Felicidades!

Poema y dibujo de Valeriano Belmonte, publicado en La verdad. Cartas al director.
Miércoles, 30 de julio 2008

CARTA A ÁNGEL Y ROSA DE JOSÉ VALTUEÑA GREGORIO


Albacete, 21 de Noviembre de 2008.

Queridos amigos:
Me ha costado bastante encontrar un rato de tiempo para sentarme ante el ordenador, y compartir con todos los que os quieren, unas palabras sobre vuestras fructíferas existencias. Éstas,  las escribo. A vosotros os las digo cada vez que nos encontramos por las calles de nuestro querido Albacete.
Triste ha quedado la Plaza que fue vuestro barrio. Vacío y frío el kiosco que fue vuestra casa. Huecos nosotros que pasamos hoy por el kiosco y ya no paramos, y nos quedamos en la boca con aquel saludo que unas veces era casi furtivo por las prisas y que otras veces se convertía en distendida charla.
Ciertamente yo no os conozco por vuestro kiosco: Si hubiérais tenido que sobrevivir con la prensa que yo os compraba, os habríais muerto de hambre hace años. Aquella no era mi zona habitual de paso, no era mi barrio. Como bien sabéis, yo soy nacido y criado en la Huerta de Marzo.

A vosotros os he conocido entre sones de tambores y cornetas, entre terciopelos de colores que representan a las doce Cofradías de Semana Santa de nuestra ciudad…

Sólo Dios sabe lo que la Semana Santa de Albacete te debe, querido amigo Ángel: han sido muchos esfuerzos , muchas alegrías de Resurrección, y como no podía ser de otra manera, también has tenido tu cruz. Has cumplido con tu paseo por la calle de la amargura. Ya sabes que el Señor nos quiere parecidos a Él y para eso hace falta coger la cruz, hace falta sufrir las burlas, los desprecios, los desengaños…

Como Cristo, también has tenido la suerte de tener a tu lado a una valiente mujer, una “Verónica”, que te ha acompañado siempre, que te ha entendido y que ha curado con su paño las heridas que otros te hemos ido haciendo. Esa santa mujer es Rosa, tu esposa; una valenciana que es más manchega que los manchegos. Con ella comparto el cariño por el pueblo que la vió nacer: Teresa de Cofrentes.
Cuando nuestro obispo D. Ciriaco Benavente me entregó el acta en la que me confirmaba como Presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa , me dijo:
“Desde este momento representas a los miles de nazarenos que participan en la Semana Santa de Albacete. Cada vez que digas algo como Presidente, ellos mismos lo estarán diciendo”.
Y como creo firmemente en cada una de las palabras que salen de la boca del que ahora es mi Padre y Obispo, os dejo con el afecto de cientos de corazones nazarenos, agradecidos por todo lo que habéis hecho por nuestra Semana Santa. Estos corazones que esperan y saben que podremos seguir contando con vosotros para siempre.

José Valtueña Gregorio
Presidente de la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Albacete

HOY, PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE ROSA VILLADA

Autora: Rosa Villada
Género: Novela
376 páginas
Portada: Sergio Bleda 
Foto cubierta: Violeta Domingo
Editorial: Que Vayan Ellos, colección ÉRAMOS TAN FELICES

Sinopsis: Las beguinas fueron mujeres que vivieron en la Edad Media, dedicadas a la espiritualidad, sin someterse a ninguna jerarquía eclesiástica ni a ninguna norma que no fuera la de su propia conciencia. La protagonista de esta novela, Valentina del Valle, ingresa como novicia en un convento y, tras conocer a una beguina, Brígida la Loca, asume su filosofía de vida y se integra con ella en una comunidad en París. Allí crearán una escuela de escritura para mujeres hasta que tienen que enfrentarse con la Inquisición...

PVP: 17 €
Distribución: a todo el mundo (con gastos de envío gratuitos). Para hacer un pedido de libros pagando mediante ingreso o transferencia bancaria escríbir  e-mail a:
libroporcorreo@quevayanellos.com

Leer gratis el primer capítulo. PDF

UN MERECIDO DESCANSO PARA ÁNGEL Y ROSA

 

Desde primeros de agosto está cerrado el quiosco de la Plaza Mayor. La persona que ha estado al frente de este negocio durante los últimos 54 años, Angel Chacón, se ha jubilado. Tanto él como su mujer, Rosa Miravalles, que ha compartido con Ángel el oficio de quiosquera, se tienen ganado a pulso un merecido descanso.
Hasta donde me alcanza el recuerdo, siempre he visto a Ángel y a Rosa al frente del quiosco de la Plaza Mayor. Por eso no es de extrañar que durante estos últimos días todos lo que vivimos por esta zona nos sintamos un poco huérfanos al ver el quiosco cerrado. La verdad es que los echamos de menos.
Ser quiosquero no es un trabajo de riesgo, pero sí muy sacrificado. Quizás por eso, en estos momentos, no hay nadie que los sustituya. Poca gente era consciente, cuando se acercaba a comprar el periódico o alguna revista, de que Ángel se tenía que levantar todos los días de madrugada –durante una gran época del año aún de noche- para que los demás pudiéramos recibir a tiempo las noticias del día.
Poca gente sabe el sacrificio que supone recoger las publicaciones de la distribuidora, llevar la cuenta de las devoluciones, hacer el reparto diario y, encima, tener abierto el quiosco para atender, de buen grado, a todos los que nos acercábamos por allí.
A veces me admiraba al contemplar la paciencia que desplegaba Rosa, atendiendo a los pequeños indecisos que se acercaban a comprar “chuches”, y que dudaban entre una fresa o un limón. Y ella, sin perder la sonrisa, les iba mostrando el género hasta que el niño o la niña se decidía.
Tampoco torcía nunca el gesto al escuchar algún comentario impertinente sobre alguna publicación o fascículo, que no había llegado, como si fuera culpa suya. Ni siquiera se alteraba Rosa –al menos demasiado- cuando, tijera en mano, tenía que recortar cupones de los periódicos y rebuscar las películas o los libros que regalaban ese día.
Lo único que hacía era resignarse al comprobar cómo habían convertido su quisoco en un bazar, lleno de relojes, collares, pulseras o medallitas, por obra y gracia de los departamentos de márketing de los periódicos, que deciden invertir en regalos, más o menos peregrinos, en lugar de ofrecer mayor y mejor información, para elevar las ventas.
Tanto Ángel como Rosa, tenían asumido que para ellos no había domingos, ni fiestas de guardar, más allá de los tres días al año –Navidad, Año Nuevo y Sábado Santo- en cuyas vísperas permanecen cerradas las redacciones de los periódicos y, por tanto, no hay diarios que vender en esos días.
Así, Ángel y Rosa han sufrido, día tras día y año tras año, los fríos inviernos de Albacete y los sofocantes calores veraniegos, metidos en su quiosco que, aunque se ha ido modernizando con el tiempo, continuaba siendo pequeño e incómodo por dentro. Sobre todo al llenarse de chanclas, pareos y gafas de buzo de las promociones de las revistas, que tampoco dejan atrás a los diarios en cuanto a regalos llamativos para colocar su producto.
Sí, el quiosco de la Plaz Mayor está cerrado, pero eso en realidad no importa demasiado. Lo que echamos de menos no son los productos que vendían Ángel y Rosa, sino a ellos. Por mucho tiempo que pase,y aunque el negocio se abra de nuevo, nadie podrá ocupar nunca su lugar. Ellos, con su humanidad, su saber estar y su trabajo honesto y callado, han formado parte de la vida de esta ciudad, y de todos y cada uno de los que los hemos tenido el privilegio de conocerlos.
Los libros de historia no hablarán de Rosa y Ángel, ni siquiera lo harán los periódicos que ellos vendían; aunque debido a la jubilación hayan ocupado unos días algún espacio de los medios de comunicación. Sin embargo, al menos para mí, se merecen más titulares a cinco columnas, en las primeras páginas, que aquellos que protagonizan las noticias habitualmente.
Rosa y Ángel, Ángel y Rosa, gracias por vuestro sacrificado trabajo, tan pocas veces reconocido, y por las lecciones de humanidad y cariño que nos habéis ofrecido a lo largo de vuestra vida.
Porque debéis saber que cuando acudíamos como moscas a la miel a vuestro quiosco, no sólo íbamos a comprar algo de lo que vendías, sino que lo que nos atraía era la parrafada que echábamos con vosotros y el contacto humano que nos brindábais. Os doy las gracias por ello. De corazón.

Rosa Villada. Periodista. Escritora.
Autora de:
*El Color de las Palabras
*Laberinto de Sueños
*Vidas Imaginadas
*El Camino de los Locos

Su página web:http://webs.ono.com/rosavillada

LA VERDAD DE ALBACETE: LA PLAZA MAYOR PIERDE UN INQUILINO

Ángel Chacón, responsable del quiosco de prensa, se jubila tras más de cinco décadas al pie del cañón

La Plaza Mayor pierde un inquilino

JUBILACIÓN. Ángel Chacón y Rosa, en su quiosco. / MANUEL PODIO

La Plaza Mayor huele a tinta y papel desde hace más de cincuenta años cuando la familia Chacón se hizo cargo del quiosco de prensa que hay sito en ella, un quiosco especial, cuyos propietarios han impregnado de simpatía y buen humor durante más de medio siglo esta plaza emblemática por la que han pasado grandes figuras del toreo, del mundo del cine y de la canción.
Ángel Chacón, actual propietario del quiosco, recuerda con melancolía los 55 años de trabajo en esta plaza, vendiendo toda la actualidad nacional e internacional en su pequeño pero acogedor quiosco. La mala situación familiar por la que atravesaba su familia en los años 50 obligaron a Ángel a abandonar la escuela a una temprana edad para echar una mano en el negocio, una mano que ha sido crucial para la supervivencia del quiosco por el que todo el mundo ha pasado al menos una vez en su vida.
La Plaza Mayor, punto de encuentro de vecinos, ha visto evolucionar de forma incesante la ciudad el mismo modo que el querido Ángel Chacón ha visto transitar a multitud de personas, muchas de las cuales se han convertido en grandes amigos que sin duda le echarán de menos ahora que comienza su etapa de jubilación que comenzará el próximo 31 de julio, día en que el quiosco de la Plaza Mayor cerrará sus puertas hasta que el Ayuntamiento tome una decisión de qué hacer con él a partir de entonces.

Cambios

Ángel y su esposa Rosa recordaban melancólicos como en un tiempo no tan lejano este lugar era habitual ver a los ya desaparecidos limpiabotas, las vendedoras de melones y los de la carne de toro, venta ambulante que ahora se ha visto sustituida por grandes comercios y zonas de ocio que siguen el inevitable ritmo de la vida.
La desaparición del mercado de la Plaza Mayor fue lo que con más añoranza recordó Ángel Chacón en su conversación con La Verdad, del cual recuerda que daba vida al lugar y trabajo a los vecinos como su madre por ejemplo, que trabajó como pescadera en ese mercado hoy desaparecido.
A pesar de «ser un negocio duro al que tienes que dedicarle muchas horas de trabajo» su propietario dice no arrepentirse de haber escogido este camino ya que su vida, para bien o para mal, ha estado marcada por este quiosco en el que ha vivido anécdotas de todo tipo recordando con especial cariño el día que Ángel Chacón vio pasear a Carmen Sevilla, cuando visitó Albacete para grabar La Venganza y con la cual tuvo la oportunidad de charlar. Pero también ha visto pasar cosas malas y vender noticias que personalmente nos contó que nunca le hubiera gustado vender, sobre todo las malas noticias que afectaban directamente a algún ciudadano de Albacete.
Rosa Miravalles, su esposa desde hace 35 años, ha sido su compañera no solo sentimental sino también profesional, ya que ha estado junto a su esposo cada día apoyándole y sacando adelante el negocio con mucho mimo y ternura. Sin duda un matrimonio ejemplar que ha sabido ganarse el afecto de sus clientes, hoy amigos, los cuales no cabe duda que echarán de menos los días de debates en el antiguo quiosco.

ISABEL MARTÍNEZ. LA VERDAD DE ALBACETE.

LA VERDAD DE ALBACETE: ENTREVISTA A ÁNGEL CHACÓN ROMERO


¿Fecha de publicación?

Ángel Chacón Romero, quiosquero.
"He tenido que estar al pie del cañón con 41 grados de fiebre"
Ángel trabaja en el quiosco de la Plaza Mayor desde que tenía diez años.
La suya es una profesión que no entiende de horarios ni de días festivos
.

-¿Por qué quiosquero?
-Por obligación. Yo tenía sólo diez años cuando me quitaron del colegio y me pusieron a trabajar. A mis tíos les hacía falta que les echaran una mano. Eran otros tiempos.
-¿Cuántos años lleva frente al quiosco de la Plaza Mayor?
Llevo ya 48 años, desde que era un niño de diez. No he hecho otra cosa desde que abandoné el colegio. Mi mujer, Rosi, es el mejor apoyo. Ella no es de aquí, pero yo soy albaceteño de toda la vida. Nací en el Barrio Sepulcro.
- ¿Recomendarías esta profesión?
-Es demasiado sacrificada. Hay que trabajar mucho. Sin ir más lejos, estas últimas semanas he estado bastante enfermo. He tenido que estar al pie del cañón, desde las seis de la mañana, con más de 40 grados de fiebre. Tampoco he podido dejar de hacer el reparto.
- ¿Cuántas horas trabaja al día?
- Empiezo a las seis de la mañana y termino a las diez de la noche. Quitémosle las tres horas de comer y nos encontramos con trece horas diarias. Además, este trabajo como el de los periodistas, no entiende de fines de semana.
- ¿Cuáles son sus mejores recuerdos después de tantos años?
- A un quiosco también va gente famosa. Recuerdo que hace muchos años se acercó José Luis López Vázquez y me preguntó donde había una ferretería. Al final no le vendí nada, pero lo acompañé a comprar un destornillador. También paraban en el quiosco muchos artistas que actuaban en el Cine Goya, como Florinda Chico, Juanjo Menéndez o Lina Morgan.
-¿Qué cambios ha visto en la Plaza Mayor?
-Si me remonto a los primeros años... Pues me encuentro con que en la Plaza Mayor trabajaban 19 limpiabotas. Toda la gente acudía los domingos a comprar el periódico y a limpiarse los zapatos. Por suepuesto, los edificios, las ropas, todo era diferente...
-¿El quiosco ha estado siempre en el mismo sitio?
- No nos hemos movido nunca de la Plaza Mayor; pero si hemos cambiado de zona. Sólo la cúpula, tiene más de 92 años. Ahora lo que estamos pidiendo es que nos lo arreglen un poco, porque es muy pequeño y no nos caben todos los periódicos.
-¿Es aficionado a la lectura?
-En casa del herrero, cuchara de palo. Me gusta mucho leer la prensa, pero tengo que reconocer que, aunque parezca mentira, no le puedo dedicar mucho tiempo. Eso sí, después de tantas horas entre periódicos aún me quedan ganas de leer. Estoy al día.

D. Carcelén. La verdad. Albacete. ¿Fecha de publicación?

LOS CHARLATANES


Documental "Charlatanes" de Miguel Ángel Gallardo

Extendían su mercancía, su labia, su extraordinaria facilidad de palabra, su rapidez , y nosotros escuchábamos embobados:
"Señoras y señores, no pierdan detalle, no se dejen embaucar por quien le vende lo mismo al doble, por pura avaricia de tendero... Yo podría venderle este juego de medias indesmallables por cinco duros, que es lo que vale en cualquier tienda; pero por ese precio, por cinco duros, yo les doy dos pares de medias, y miren bien como meto la mano extendida, y mire como estiro, y ahora retuerzo, y vean, señoras y señores: ¡no se rompen!. Reto a cualquiera que haga lo mismo con las medias que venden en las tiendas por el doble de precio, y además, este peine, el peinador de naylon, y este cepillo de la ropa de regalo.
Y ahora pongo en esta bolsa un billete de cinco duros, y un vale por dos pares de medias, y los correspondientes regalos, y por un duro ustedes pueden comprar estas papeletas para el sorteo... A ver, una mano inocente, ese niño... Guapo, revuelve bien los números, y repartelos, por un duro...¡Un duro! Por un duro dos pares de medias indesmallables e irrompibles, y este peine de carey de tortuga, el peinador de naylon, y este cepillo de la ropa de regalo... y un billete de cinco duros para que se tome un vermut con gambas a mi salud...Y eso sólo con que coincida con el número que nos quiera decir algún espectador inocente que pase... Usted, caballero, por favor, díganos un número de 1 al 100...

¿Os acordáis?

Entrevista Charlatanes (mp3)
Entrevista de Moisés García Sánchez al actor Miguel Angel Gallardo, en el programa "Protagonistas", de Punto Radio, con motivo de la presentacion de su documental "Charlatanes", sobre estos vendedores.
Sólo hay que comparar el explique de los vendedores con el actor y director del documental, que salpica muletillas en cada frase.

CUANDO IBAN A SALVAR LA PLAZA MAYOR Y LA PLAZA DE LAS CARRETAS...


La plaza Mayor (La Verdad de Albacete, fecha desconocida, dibujante Argudo)

A finales de los setenta, Argudo, un dibujante lleno de talento, supo captar un día de mercado en la Plaza Mayor para ilustrar la noticia de los planes de remodelación del primer Ayuntamiento democrático, anunciando un concurso de ideas que, una vez más, descartaría lo que necesitaban los comerciantes y los ciudadanos para escuchar y atender los planes de unos arquitectos que sólo conocen las asignaturas de su carrera.
La noticia dice:

SALVARÁN LA PLAZA MAYOR Y LAS CARRETAS
"La plaza Mayor y la plaza de las Carretas serán como los arquitectos albaceteños quieran.
En sus manos está la posibilidad de una remodelación, que patrocinará el Ayuntamiento tras la apertura de un concurso de ideas en busca de soluciones urbanísticas acordes con estos enclaves.
La comisión de urbanismo ha venido trabajando últimamente en estos proyectos.
Inmediatamente de ser clausurado el mercado de la Plaza Mayor, la zona se libera de tal servidumbre y el derribo de las viejas instalaciones hará posible un nuevo recinto que responda al entorno urbano y a las posibilidades de una reestructuración moderna.
El Ayuntamiento albacetense ha invitado al Colegio de Arquitectos a participar en la operación. En uno y otro proyecto, habrá que tener en cuenta la planificación del tráfico, según ha dicho a LA VERDAD el presidente de la comisión, Jesús Alemán.
El premio a la mejor idea consistirá en encargar el proyecto al arquitecto que la haya presentado."

En aquellos tiempos, se llamaban tebeos a los comics, y novelas y películas del oeste a los western, y Rosa Miravalles y Ángel Chacón tenían un buen surtido de ellos para todas las edades y los gustos. Muchos lectores empedernidos nos aficionamos a la lectura con los tebeos y las novelas de su kiosco.

LA VERDAD DE ALBACETE: CARMEN CHACÓN, NACIÓ EN 1908, EN EL AYUNTAMIENTO DE ALBACETE

Carmen Chacón, 78 años y con multitud de recuerdos.
Nació en el Ayuntamiento

El viejo edificio consistorial, la Casa de los albacetenses, todavía actual, aunque con sus horas contadas como tal, ha sido algo más que departamentos administrativos, escenario de expedientes que van y vienen. Al margen o paralelamente a su vida burocrática, el edificio ha sido también lugar de acontecimientos humanos, felices. Y uno de ellos es el que ahora, cuando está a punto de pasar a la historia, lo recordamos. Estamos hablando del primer y puede que único ciudadano albacetense que nació bajo su techo: Carmen Chacón, hija de Luciano, el encargado de las cubas de agua. Una mujer que, cuando pasa delante del edificio del Altozano, exclama “mirar; ésta es mi “casica” .
Carmen Chacón tiene 78 años. Ágil, despierta y dispuesta a la conversación, ella nació en la vivienda que había en la parte posterior, dentro del edificio municipal, en lo que ahora es el patio de Caja.
-Nací allí, el 16 de julio de 1908.
Este es el dato, producido cinco años después de que en el ya viejo Salón de Plenos se celebrase la primera sesión, allá por 1903. Doña Carmen nos explica cómo fue todo.
-Mi padre era el encargado de los carros y caballos del Ayuntamiento. Tenía los carros y la familia disponía de una casa en el edificio, en la parte de atrás, donde ahora hay un patio con cristaleras y se encuentra la Caja. Allí viví los cinco primeros años de mi vida; después nos mudamos a un edificio que había cerca del Capitol.

Recuerdos de una anciana

-A pesar de ser una niña, ¿guarda usted algún recuerdo de esos años?
-Recuerdo los trabajos de mi padre, incluso como en una ocasión, con motivo de un incendio, tenía que ir con los pocos bomberos que había, mire que creo que había sólo dos, con la cuba cargada de agua. Viajes que duraron dos días. También estaba encargado de transportar los sillones a la plaza de toros, para que se sentasen las autoridades en las tardes de corrida.
Y uno se imagina don Luciano Chacón por las calles empedregadas de Albacete, camino de la vieja plaza, con los sillones municipales. Pero todavía Doña Carmen guarda lugar en su memoria para la anécdota.
-Otra cosa “chusca” fue cuando vino el rey don Alfonso XIII a inaugurar el agua de la ciudad, y se equivocó de botón, dando al de apagar, en vez de apretar el de encender. Esas cosas las contaba mi padre multitud de veces.

El viejo edificio

-¿Cómo estaba entonces el edificio?
-Bueno, no era muy diferente en su parte anterior al de ahora. Por detrás, sí tenía cambios. Ahora la última vez que lo he visitado fue hace seis años. Y sí que estaban las cosas diferentes. Y recordé cuando subía con las amigas y con la sobrina del alguacil mayor de entonces, a jugar en el reloj. El reloj y la academia de música son las cosas que tengo más grabadas en mi memoria.
-¿Qué siente usted, ahora, en el momento del traslado?.
-Una enorme pena porque se queda vacío. Cuando paso, siempre digo: ésta es mi “casica”.
Doña Carmen puede decir, con orgullo, que nació en el corazón de la ciudad.

Texto de Faustino López, que confundió el nombre de Carmen, y la rebautizó como "Rosa", cosa que corregimos en la transcripción. Publicado en La verdad de Albacete, 27 noviembre de 1986:

Para ver en grande el Cartel de la Feria de Albacete de 1908, clicad aquí. Extraído de Carteles de la Feria

EL PUEBLO DE ALBACETE: ENTREVISTA A ROSA MIRAVALLES

"VIVIR EN ALBACETE".
EL PUEBLO DE ALBACETE - DOMINGO 25 DE ENERO DE 2004
ENTREVISTA:TODA UNA VIDA

“El tebeo era el rey de las ventas”

Montañas de periódicos, revistas, publicaciones especializadas, suplementos y artículos promocionales rodean, día tras día, a Rosa Miravalles Lacuesta, la quiosquera que más años lleva en la profesión. El tradicional quiosco de la Plaza Mayor es su vida, “paso más tiempo aquí que en mi propia casa”, decía. La evolución de la ciudad de Albacete ha desfilado ante sus ojos.

Isabel del Rey.
Albacete

Para entender la vida y la pasión que Rosa Miravalles siente por su profesión de quiosquera tenemos que remontarnos la friolera de 32 años atrás, cuando entró en este negocio de la mano de su marido
“Cuando me casé y empecé a trabajar en el kiosco eran otros tiempos, apenas había periódicos, ni revistas, y el hábito de lectura en Albacete todavía no se notaba”, asegura Rosa, que no dudó en salir, por unos minutos, de su quiosco para sentarse con EL PUEBLO DE ALBACETE en la céntrica Plaza Mayor para charlar y hacer memoria.

El tebeo

Con una sonrisa en la boca y con una gran nostalgia, Rosa recordaba el producto estrella del quiosco hace tres décadas, el tebeo.
“Lo que más vendíamos al principio eran tebeos. Había una variedad muy grande de tebeos, y tenían muchísimo éxito entre los albaceteños. Sin duda era lo que más se llevaba la gente, no sólo los niños, sino gente de todas las edades”, aseguraba Rosa.
El entorno de la Plaza Mayor, donde está ubicado el quiosco, también ha cambiado. “Antes estábamos en un quiosco que era verde, después en otro de color azul, hasta que nos pusieron el que tenemos actualmente, que es una gozada”.
El trato con el resto de comerciantes que pueblan la plaza es también inmejorable. La cercanía, el estar tantos años viéndose día tras día y la solidaridad propia entre comerciantes hacen que sean ya parte de la historia viva de Albacete, una plaza en la que se ha respirado desde siempre un ambiente peculiar, con olores, sabores y sensaciones diversas.
“Cuando estaba aquí el mercado la zona estaba siempre repleta de gente. Ahora también hay mucho trasiego por el hecho de estar en el centro de la ciudad, cada época tiene su encanto”, decía Rosa, que reconocía que una de las cosas que más le gustan de su trabajo es el trato directo con la gente, conversar con los clientes y llegar a conocer sus hábitos lectores.

Clientela fija

32 años al frente de uno de los quioscos con mayor solera de Albacete dan para mucho, sobre todo para hacer buenos amigos. Eso es precisamente lo que son sus clientes. Todos los días se acercan hasta la “ventanilla” de Rosa una media de 30 clientes habituales a comprar periódicos nacionales y revistas. Depende del día, pero lo que más interés suscita entre los lectores de Rosa son las revistas del corazón como el Hola, y los periódicos nacionales como el ABC o El País.
La confianza hace que sea la propia Rosa la que se encargue de guardar los cupones de las promociones a los clientes más antiguos –y olvidadizos-, e incluso, si a alguien le falta un cupón, ella misma se preocupa por que pueda completar la colección, buscando el cupón entre los otros clientes que están cansados de tantas promociones como hacen todos los diarios. Estos detalles hacen que la vida dentro del quiosco adquiera un toque especial, capaz de fidelizar a un matrimonio durante más de la mitad de su existencia y hacerle ir cada mañana a levantar su persiana y a colocar su alfombra de periódicos en el mostrador, vendiendo así no sólo un puñado de hojas impresas con tinta negra, sino todo un mundo de historias, noticias, sucesos y encuentros, todo lo que compone la actualidad, la misma actualidad que conocemos cada mañana gracias a Rosa y a su marido en el quiosco de la Plaza Mayor.

Rosa y Ángel, 2008

CAMBIAN LOS HÁBITOS DE LECTURA EN EL KIOSKO DE LA PLAZA MAYOR

D. C. entrevista a Ángel Chacón Romero:
"Don Ángel Chacón Romero lleva veintitrés años dedicado a la venta de periódicos. Es albacetense y el quiosco que regenta ya lo llevó su tío antes.
-¿Cómo ha evolucionado la venta de periódicos?
-Ha bajado debido a que hay mucha competencia, en el sentido de que cada vez hay más puntos de venta.
-¿Pero el albacetense compra más la prensa que antes?
-Algo más. Ahora se interesa mucho por los debates de las Cortes. Pero muy poco más.
-¿Qué tipo de prensa es la que más se lee?
-Bueno, hubo un gran "boom" con las revistas de destape; pero ahora se ha quedado nula practicamente, ya que prevalece el gusto por las porno.
-¿Entonces el albacetense sigue apático hacia la lectura?
-No, lo que pasa es que no hay dinero y no compra, prefiere leer en un bar o cafetería.
-¿El tebeo que era lo que más se vendía para los niños, continúa en auge?
-No, ha bajado mucho; ahora el niño prefiere una lectura que encuentra en las librerías.
-¿Qué época del año son las más fuertes?
-Las vaciones de navidad, porque tienen más tiempo para leer. En verano sube muy poco, porque el albacetense se marcha y la gente que viene es de paso. También los niños en esta época leen más tebeos.
-Por último, ¿con qué acontecimiento se produjo el record de venta?
-En mi quiosco, con el asesinato de la Fiesta del Árbol, en que vendí 1.200 ejemplares, lo que significa un record muy notorio."

DC


LOS VIEJOS KIOSCOS DE LA PLAZA CONDENADOS

¿Fecha y medio de publicación?

Dice la noticia:
"Los viejos quioscos de la Plaza Mayor, algunos de ellos, la mayoría sin uso, van a ser retirados de este espacio por el Ayuntamiento, de inmediato.
Aquellos que todavía funcionan, como el estanco, el típico quiosco de venta de periódicos, la juguetería o el de caramelos y pipas, serán destinados provisionalmente al solar que existe junto a la Plaza Mayor, en Villacerrada.
Esta medida ha sido adoptada con toda urgencia, dado que las obras de remodelación de este espacio público, comenzando enseguida."

Aquella vieja plaza Mayor, llena de vida y de gente, fue remodelada: eliminaron el Altolavilla y el mercado para construir Villacerrada, y, de ser un lugar transitado, se convirtió en un lugar de paso.
Así era la Plaza Mayor, con su mercado, que presidía la torre del reloj.

Y como resultado de la fiebre urbanística y la falta de aprecio de los gobernantes por la arquitectura tradicional:, este mamotreto de ladrillo y hormigón, este pasadizo, y un aparcamiento subterráneo sustituyeron el mercado en ese rincón de la Plaza Mayor .

Fotos de albacete-fotos.blogspot.com

LA VOZ DE ALBACETE: EL KIOSCO DE LA PLAZA MAYOR


(Fecha de publicación: ¿?)

Ahí está como si el tiempo no fuera con él, el tiempo que por otro lado es su más fiel confidente, su más leal compañero. De azul y años, podría escribir el poeta. Como un monumento entre surrealista y nostálgico. Sobrevive a sus propios recuerdos y tiene muchas cosas que contar. ¡Ay, si él hablara! Le rodean juguetes, vendedores; le coronan noches de escarcha y fulgurantes soles de mediodía. Pero ahí sigue, cruzando la invisible raya que separa lo viejo de lo antiguo, superviviente de una época que, a veces, en la madrugada se viste de morado. Un kiosco para conservar como una reliquia, para guardar siempre, para cuidar como a aquel abuelo que sobrevivió a la doble muerte del tiempo y de la ignorancia.

La voz de Albacete
(Foto: Jesús Moreno)

ÁNGEL CHACÓN ROMERO, DEL KIOSCO DE LA PLAZA MAYOR

Este kiosco perenne y cambiante ha sido testigo y cooperador necesario en miles de historias de Albacete, y por allí estaba Ángel Chacón cuando aún no era un joven promesa del Albacete balompié, y José Antonio Camacho sólo era uno de los numerosos pateadores de espinillas que jugaban al fútbol en los solares, en equipos de siete o de catorce, sin balón, ni reglamento, y sin otro límite de tiempo que la hora de recogerse.
Ángel Chacón conoció a todos los de la plaza cuando era mercado: al hijo de "la Morena", que vendía plátanos, al que visitaban bandadas de gorriones que se posaban en su cabeza y sus hombros , con los que hablaba imitando sus trinos y gorjeos cuando comían de su mano, porque era un santo, como los que lo añoramos y varias generaciones de gorriones podemos testimoniar. Cuando murió, desaparecieron los gorriones de aquel puesto, y nunca más volvieron.
Y conoció a la madre y al hermano de Teresa, que tenían un carro con lecheras de aluminio con aguacebada, limonada y zarzaparrilla, que refrigeraban en un lecho de hielo picado, que se licuaba dejando un reguerillo cuesta abajo, y justo al lado, estaba el hombre que ponía sobre una caja bocabajo su cesta de mimbre con dos tapas, que vendía rollos de matalahúva y rosquillas, acechado por los críos y las moscas.
Ahora les cascarían una multa por no tener registro de sanidad, no llevar envoltorio y etiquetaje, y no espantar con algún artilugio a los pájaros.
Y también conocía a los del taller de bicicletas y motos de la plaza, donde se comentaban las hazañas de Bahamontes y se estrenó el pegamento para los parches, que erradicó el recauchutado para arreglar los pinchazos de las ruedas.
Y conoció a todos los que trabajaban en el bar Manolo, el bar Juan José, el bar Pepe, el Bar los Corales, donde se mataba el gusanillo con un café y un aguardiente a las cinco de la mañana, cuando acudían todos los vendedores al mercado, como Carmen, su madre, que era pescadera, y llevaba a esas horas a Ángel para dejarlo al cuidado de la encargada de los urinarios, hasta la hora cerrar, a las tres o las cuatro de la tarde, después de haber puesto todo el pescado que no se había vendido en cajas de madera, cubrirlo con hielo picado y sal, y fregar el mostrador con estropajo de esparto, jabón de losa y lejía. Y, como todas las placeras, sólo entonces podía recoger a su hijo e irse a casa con él.
Si eso ocurriera ahora, declararían a los niños en riesgo, y le quitarían la custodia a las familias para convertirlos en un rebaño apacentado y estabulado por los servicios sociales.
Ángel creció como todos nosotros, vigilado por todos los placeros y campando libre por la plaza Mayor, escuchando a los charlatanes que lo mismo vendían medias de cristal, peines, sartenes, ollas, aparatos de hojalata rizada para hacer flores de sartén, quinqués, o toballas, embelesando a sus oyentes con sus demostraciones sobre las cualidades irrompibles e ignífugas de sus productos, que siempre iban acompañados con tandas de regalos. A los dos días de comprarlo, el peine empezaba a perder púas, las medias se agujereaban al enseñarles la punta de un pie, el quinqué perdía aceite, las mantas y las toallas se desahacían dejando borra, y el trasto para hacer flores de sartén no retenía ni una gota de masa entre el cuenco y el aceite caliente...
Y mirábamos fascinados a los carteristas, los más elegantes y mejor vestidos de los paseantes, que despojaban a los pardillos con artes de puro malabarismo, y a sus aliviadores que recogían lo robado y dejaban al artista limpio como un querubín si lo pillaba la policía, dispuesto a clamar su inocencia con sonora indignación, en una interpretación digna de un Dicenta.
Quizás por eso, a nosotros, los políticos de la democracia nos pillaron entrenados y con el colmillo retorcido.
En aquellos tiempos, en el kiosco de la plaza Mayor, José Córdoba vendía cuentos de Calleja, novelas de Salgari, Marcial Lafuente Estefanía, El Coyote, sobres sorpresa, tebeos de "Roberto Alcazar y Pedrín", "El Jabato", "Hazañas Bélicas", "El Hogar y la Moda", "Vidas ejemplares", periódicos como "Arriba", "ABC", "La voz de Albacete", y pipas, caramelos, bolicas de anís, paliduz... y en algún sitio, un maestro, en una escuela, nos esperaba con su temible palmeta para meternos en cintura.
La pedagogía se inventó mucho después.

...(continuará)

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